Quiero compartir con todos/as vosotros/as algunas reflexiones sobre las conductas de las personas en relación con el Coronavirus COVIT-19, y cómo y porqué estas cambian. Conocer estos procesos de cambio nos ayudan a seguir tomando decisiones con más consciencia, y nos ayuda a desarrollarnos plenamente.

Hay muchos factores que ocasionan resistencia hacia una conducta tan saludable como quedarse en casa y frenar la epidemia: podemos percibir una baja gravedad o tener una actitud optimista, podemos pensar que esto no servirá para nada, o que es demasiado incomodo no poder salir de casa. En fin, las personas tenemos una gran capacidad para no querer cambiar o modificar algo que puede ser incómodo en el momento presente, pero beneficioso a largo plazo.

El cambio es un proceso individual, así que la decisión de evitar que el coronavirus se propague es personal.

Hace unos días comentaba con mis amigos que yo no era una población de riesgo del COVID-19, soy joven, no tengo problemas de salud y he pasado alguna que otra gripe sin morirme. Así que pensaba que la psicosis del coronavirus a mí no me iba a afectar, que no necesitaba quedarme en casa y que en los medios de comunicación se estaban pasando un poco o bastante. Este era mi punto de vista, sin embargo, hoy ya pienso diferente y estoy en casa delante del ordenador. ¿Qué me ha hecho cambiar?

En psicología, el modelo transteórico del cambio de Prochaska y DiClemente (1984) puede ayudarnos a entender el proceso y las etapas del cambio. Necesitaremos superar ciertas fases para conseguir cambiar una conducta problemática. Estas fases son las siguientes:

  • Precontemplación: No pensamos que debemos cambiar al no estar informados correctamente o desconocemos las consecuencias de nuestra conducta. Podemos pensar que no podremos cambiar, así que ni pensamos en intentarlo. Además nos resistimos a presiones externas y seguimos realizando la conducta problemática.
  • Contemplación: Pensamos que podemos cambiar y estamos más atentos a la información que recibimos, aquí ya nos hemos dado cuenta de que hay un problema y empezamos a ser conscientes de la necesidad de cambiar.
  • Preparación: Tenemos una intención clara para cambiar.
  • Acción: Este es el punto donde se produce realmente el cambio. Es el estadio más difícil y duro.
  • Mantenimiento: Se sigue considerando parte del cambio ya que necesitamos evitar la recaída en la conducta problemática.

Para poder pasar de un estadio a otro, necesitamos que la información que nos llega sea significativa e importante para nosotros y nuestro entorno social, que observemos a otros llevando a cabo ese cambio y que lo interpretemos como algo adecuado. En definitiva, necesitamos tomar consciencia.

Así la intervención que hacen adecuadamente los expertos de la salud, la capacidad de nuestros grupos de referencia para eliminar nuestras resistencias y la evidencia de conocer nuestras oposiciones ante la conducta de quedarnos en casa es clave para que cambiemos nuestra forma de actuar.

Yo hoy me quedo en casa, a seguir trabajando en el ordenador, siendo consciente de que salir a tomar un café con los amigos es una conducta poco adecuada, me he informado y soy consciente del problema.

¿Puedo contar con tu ayuda para evitar salir de casa?

Esther Martínez Roca

“Psicóloga en construcción”

Altana Psicólogos

Todo nuestro equipo de profesionales clínicos tiene formación específica en el Modelo transteórico del cambio y en Entrevista motivacional, la técnica por excelencia para abordar ambivalencias y resistencias al cambio. Este proceso se usa en adicciones, en problemas de la conducta alimentaria, en problemas psicológicos derivados de enfermedades crónicas, entre otros muchos.